Holaa! :)

Hola! Es la primera vez que publico algo asi que espero que os guste y por favor comentad :)

Muchas graciias :)




martes, 4 de enero de 2011

Capítulo 4

Era rubia, con el pelo largo y ondulado, los ojos verdes, grandes y expresivos; no era muy alta, más o menos igual que yo, aunque parecía más mayor. En su rostro se dibujó una mueca de horror cuando pareció comprenderlo todo: las botellas de ron vacías en una esquina, las caras de alegría de los chicos, mi llanto desesperado, los frasquitos de cristal...
- ¡Pero que coño está pasando aquí! - Ladró la chica.
- Nada, solo nos divertíamos un poco, ¿Verdad chicos? - Dijo Diego tanquilo.
- Si, no hemos hecho nada malo... - Dijo el chico del pelo negro, del cual, no sabía el nombre.
- ¡Los tres fuera de aquí ahora mismo! - Ordenó la chica rubia.
Pepe y Diego salieron cabizbajos, sin embargo el otro no hacía más que sonreirme, cuando me percaté de ello, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, la chica se dio cuenta y me abrazó.
- Shh...tranquila. ¡Y tú gilipollas vete de aqui!
El chico no se iba.
- ¡Javier he dicho que te vayas de mi tienda!
Javier....así que así se llamaba...Entonces aquel chico con la pose de chulito salió de la tienda, no si antes guiñarme un ojo.
- Me llamo Anna, ¿Y tu?
- Lu...lu..Lucía - Tartamudeé debido a la llantina.
- Tranquila ¿Vale? Ya se han ido, no te preocupes.
Su voz consiguió de veras que me relajara, confiaba en ella.
- Ven, vamos abajo y me cuentas lo que ha pasado.
Me condució escaleras abajo, hacia un sótano supuse; pero, me sorprendió comprobar que el piso de abajo, era una casa, cn su salón, baño, cocina, habitaciones...
- Tu...¿Tú vives aquí? - Le pregunté aun nerviosa.
- Sí, con mis padres. Toma, te sentará bien.
Me dio uan taza pequeña y un sobrecito de azucar. Té. No me gustaba el té, nunca me había gustado, sin embargo, me lo bebí.
- Gracias.
- ¿Que ha pasado Lucía?
Se lo conté todo, con muchos detalles, quería que supiera lo que sus amigos habían hecho. Cuando terminé, suspiró.
- Sé que lo te han hecho está mal, de hecho, si yo no hubiera aparecido...no sé hasta dónde habría llegado Diego... - Lo dijo más para sí misma que para mí. - Sin embargo, estaban borrachos, Lucía, no se lo tengas en cuenta...
- ¿Cómo no voy a tenerlo en cuenta? - Grité mientras empezaba de nuevo a llorar. Suspiré tratando de calmarme. - Lo siento. De todas formas, no importa, no los veré más.
- Bueno, cambiemos de tema ¿Vale? - Anna sonrió.
- Vale.
- ¿Qué hacías sola por la plaza?
- Mirar. Mis padres no querían dar una vuelta y a mí me apetecía mucho así que...Espera, ¿Que hora es?
- Las 6:20, ¿Por qué?
- Porque tengo que reunirme con ellos en el café de Francia a las 7...
- Vale pues a las 6:55 salimos de aquí y te acompaño, está aquí al lado.
- No hace falta, puedo ir sola...
- Lucía, nunca vayas sola por esta plaza, esto no es lo peor que te podría pasar.
Me quedé un momento en silencio, asimilando sus palabras, nunca creí que un sitio tan fantástico pudiera ser tan peligroso. Como una rosa y sus espinas pensé.
- No lo sabía...
- No importa. ¿Estás de vacaciones no? ¿De dónde eres?
- De España, estoy aquí hasta el día 12.
- ¿Eso son 2 semanas ¿no?
- Si.
- Por cierto tengo 2 amigos que también son de España...
- ¿Quiénes? - Pregunté recelosa.
- Pepe y Rubén.
- Rubén no estaba aquí ¿no?
- No.
Silencio incómodo. Decidí romperlo.
- Y tú, ¿De dónde eres?
- Soy Italiana, me mudé aquí por el trabajo de mi madre, como Pepe.
¿Por qué se empeñaba todo el rato en sacar el tema? No lo entendía...
- ¿Y los demás? Ninguno parece de por aquí...
- Javier nació aquí, pero sus padres son españoles. Diego y su hermana Carlota vivieron 6 años en el sur de España, pero a su madre la pillaron sin papeles y los echaron. Y Rubén, se vino a vivir con su tío cuando sus padres murieron.
- Oh! Pobrecito...
- Sí, pero es un encanto. -Dijo Anna risueña.
- A tí te gusta.
- Quién, ¿Rubén?
- Sí.
Suspiró.
- ¿Tanto se me nota?
- Sólo lo notaría una chica, los chicos no se enteran nunca de nada.
- Tienes razón, le preguntaré a Carlota. ¿ Y no te aburre estar sola con tus padres 2 semanas?
- Si, bastante la verdad.
- ¿Por qué no quedas con nosotros?
Pensé en lo que había pasado hace un rato. Anna lo notó.
- No sé, Anna...no creo que sea buena idea.
- No te van a hacer nada, te lo prometo. Confía en mi...
Suspiré resignada. Era una oferta demasiado tentadora como para rechazarla.
- Está bien.
- Vale, pues ¿En qué hotel estás?
- En el Kenzi Farah.
- ¡Ainns! Que lejos...
- No importa decidme un sitio y voy para ya.
- Recuerda, nunca vayas sola si no eres de aqui.
- Pues no sé que podemos hacer...
- Yo sí. Pero tienes que confiar en mí.

4 comentarios:

  1. me encanta la historia jajja la estoy siguiendo!!!
    espero qe sigas escribiendo porqe me gusta mucho :)

    ResponderEliminar
  2. Muchisimas graciias!!!
    Me encanta escribir, asi que lo hago cada poco, no soy de las que dejan las cosas a medias!! :)

    ResponderEliminar
  3. Una gran historia :) Realmente preciosa... espero que escribas muy pronto, porque estoy deseando ver como sigue^^ Ahora mismo me voy a hacer seguidora de este blog(: Yo también tengo un blog.
    Bueno, muchas felicidades por el blog, es ESPECTACULAR!

    ResponderEliminar
  4. Muchisimas graciias!!!!
    Pues dame el enlace porfiis :)

    ResponderEliminar