Holaa! :)

Hola! Es la primera vez que publico algo asi que espero que os guste y por favor comentad :)

Muchas graciias :)




viernes, 31 de diciembre de 2010

Capítulo 1

Daba gusto tener una habitación para mi sola, eran las ventajas de ser hija única. Las paredes estaban pintadas de color amarillo, pero muy clarito, casi blanco, había una ventana enorme desde la que se veía todo el patio de hotel, la cubrían unas finas cortinas de color canela. Cansada después del madrugón de esta mañana, lo primero que hize, fue tumbarme en la cama, y en seguida me quedé dormida.
Unos golpes secos en la puerta me despertaron. Suspiré al levantarme y abrí la puerta. Me encontré con un hombre bajito, de piel oscura y pelo negro y rizado, que traía mi maleta y la de mis padres en un carrito. Sin decir nada entró en la habitación, dejó en el suelo la maleta roja y desapareció cruzando la puerta abierta.
Decidí que lo mejor sería deshacer la maleta cuanto antes así que la abrí y empezé a meter ropa en el armario. Una camiseta rosa, una chaqueta blanca, una blusa de manga corta, unos pantalones cortos, unos vaqueros...
De repenté un ruido me sobresaltó, era el teléfono de la habitación, me apesuré a contestar.
- ¿Si?
- Hola Lucía.
- Hola mamá, ¿que pasa?
- ¿Has deshecho la maleta?
- Si, acabo de hacerlo.
- Pues cambiate de ropa que vamos a salir.
- No me apetece, estoy cansada, además, ¿a donde vamos a ir?
- A dar una vuelta por el centro y a la plaza.
- Está bien, en 10 minutos estoy abajo.
- Date prisa.
- Vale mamá, adiós.
Que pereza, ponerme a andar por esas calles estrechas y todas iguales, nunca había estado en Marruecos, pero me habían contado como era.
Me asomé a la ventana, hacía calor. Fui al armario y saqué una camiseta de manga corta de color amarillo, me la había regalado mi tía por mi decimosexto cumpleaños, hacía unos 4 meses; y unas bermudas blancas. Me di una pasada con el peine, unos cuantos pelos castaños se quedaron enredados en él.
Bajé a toda prisa hacia la entrada, y cuando llegué, vi a mis padres discutiendo con un hombre, cerca de un taxi.
- 6 Euros - Dijo el taxista
- Para venir desde el aeropuerto nos cobraron 4 - Gritó enfurecido mi padre
- Está bien, 4.
- 3
- No, es muy poco.
- Pues adiós
- ¡Espere! Está bien, suban.
Al parecer allí había que regatear por todo, hasta por un taxi. Nos subimos al coche y poco a poco, el hotel desapareció de mi vista.

2 comentarios:

  1. hola! me a gustado mucho.
    Espero que sigas escribiendo :)
    te sigo! jaja

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias!
    Es la primera vez que publico algo asi que estaba un poco nerviosa :)

    ResponderEliminar